Inglaterra ha sido la última selección en alzar la voz antes de un Mundial de Catar marcado por la polémica. La selección ha dejado un mensaje en twitter en el que anuncia que se unirá a otros ochos países europeos en la campaña One Love contra la discriminación.
Los capitanes de todos los equipos implicados quieren llevar un brazalete con un corazón y la bandera del arco iris en un país que castiga las relaciones homosexuales.
La Federación de Países Bajos impulso la iniciativa en un primer momento, y ha ido ganando adhesiones.
Esta pendiente ahora la decisión de la FIFA. Por el momento ha prohibido que las selecciones utilicen diseños propios en el distintivo de los capitanes y en principio tienen que llevar el que entrega el propio organismo.
No es el único mensaje que se quiere enviar desde el fútbol. El capitán de Polonia, Robert Lewandowski se ha comprometido a portar un brazalete con la bandera de Ucrania.