El hecho se registró anoche a la altura de la calle Debenedetti. “Esto es moneda corriente en nuestra línea”, afirmó uno de los choferes
Un nuevo episodio de violencia en el transporte público volvió a poner en alerta a los choferes de colectivos de la provincia de Buenos Aires. Esta vez, un interno de la línea 57 fue atacado a piedrazos ayer por la noche, mientras circulaba por Camino del Buen Ayre y la calle Debenedetti, a la altura de la localidad bonaerense de José León Suárez.
Fue alrededor de las 20 horas que el conductor de la unidad, perteneciente a la empresa Atlántida, sintió un fuerte impacto en una de las ventanillas del ventanal derecho. Ante el temor, decidió no frenar y continuar su trayecto.
El video del hecho fue dado a conocer este martes por la mañana por los propios choferes de la línea 57. “Como se puede ver en las imágenes, esto es moneda corriente en nuestra línea. Esto ocurrió ayer a las 20 horas aproximadamente, antes de ayer tuvimos un caso igual en el mismo lugar”, relató Mario, uno de los conductores de la compañía.
“Este tipo de ataque sucede en diferentes lugares, pero esto ocurrió dos días seguidos. Antes de ayer rompieron otra unidad de la empresa, en donde venía sentado un chico de aproximadamente 10 años que, gracias a que tenemos la cortina, no se lastimó”, detalló el chofer en diálogo con La Nación Más.
En este marco, el hombre relató que los conductores “viven con mucho temor” y con el mayor cuidado posible a la hora de hacer su trabajo. “Cuando pasamos por los lugares donde sabemos que están apredreando, tomamos la precaución de aminorar un poco la marcha, cosa de que si viene un piedrazo no sea con tanta fuerza”, dijo.
Asimismo, Mario recordó el caso de Daniel Córdoba, uno de sus compañeros de la misma línea, que en julio del año pasado debió ser internado tras recibir el impacto de una piedra que traspasó el parabrisas y le golpeó la cabeza. El episodio ocurrió a las seis de la mañana, mientras Córdoba se trasladaba por el Acceso Oeste, en dirección a la Terminal de Ómnibus, cuando fue impactado con un objeto entre los puentes Libertad y Beschtedt, a la altura del barrio Ameghino. El hombre no iba manejando, sino sentado como pasajero junto con varios de los choferes de la Línea 57: iban en sentido a la ciudad de Luján para tomar el servicio y dar comienzo a su jornada laboral. “Todavía está sin trabajar porque sigue con la ART, con el parte médico, tuvo varias cirugías y todavía no se pudo incorporar a las tareas”, explicó.
“Tuvimos un acercamiento de las autoridades policiales cuando ocurrió lo de nuestro compañero pero eso fue dos o tres días, tuvimos algunos controles y después se olvidó todo, quedó todo en la nada. Hasta el día de hoy seguimos con hechos de inseguridad”, agregó el conductor.
Fuentes policiales señalaron a este medio que, tras el hecho, se iniciaron actuaciones por daños, y que el caso quedó a cargo de la Unidad Fiscal en turno del departamento judicial de San Martín.