Reconfiguración en el gabinete nacional: cambios en Cancillería y Justicia

El Gobierno nacional confirmó la salida de Gerardo Werthein del Ministerio de Relaciones Exteriores, marcando un nuevo cambio en la estructura del gabinete del presidente Javier Milei. La decisión se produce en medio de una serie de ajustes internos y redefiniciones en la política exterior, mientras crecen las versiones sobre tensiones con otros funcionarios del área económica y judicial.

Fuentes cercanas a la Casa Rosada señalaron que la dimisión de Werthein habría sido presentada de manera “acordada”, aunque en los pasillos del oficialismo se mencionan diferencias en torno a la estrategia diplomática y la coordinación con los organismos internacionales. Durante su breve gestión, el exembajador en Estados Unidos impulsó un perfil de política exterior alineado con los países de Occidente, buscando afianzar la relación bilateral con Washington y con organismos financieros internacionales.

Sin embargo, la falta de resultados concretos en materia de inversiones y el creciente peso del equipo económico en la toma de decisiones estratégicas habrían derivado en un distanciamiento progresivo entre el canciller y el entorno presidencial. Werthein, empresario con larga trayectoria en el sector privado, había asumido el cargo con la intención de reforzar el vínculo internacional de la administración Milei, pero las tensiones internas habrían acelerado su salida.

Tensiones en el Ministerio de Justicia

En paralelo, trascendieron también rumores sobre posibles cambios en el Ministerio de Justicia, encabezado por Mariano Cúneo Libarona. Según fuentes parlamentarias, el funcionario mantuvo recientes diferencias con sectores del oficialismo por la implementación de algunas reformas judiciales y por su postura en torno a la relación con el Poder Judicial.

Aunque desde el Gobierno no se confirmó oficialmente su salida, las versiones indican que Cúneo Libarona habría manifestado su incomodidad frente a ciertas decisiones adoptadas en el área de seguridad jurídica y designaciones dentro del sistema judicial. En las últimas semanas, su agenda pública se redujo y delegó varias actividades protocolares, lo que alimentó las especulaciones sobre un eventual recambio.

La posible reestructuración en Justicia se enmarca en una etapa de ajustes generales dentro del gabinete nacional. El Ejecutivo busca consolidar un equipo más alineado con las metas de austeridad y eficiencia que impulsa Milei para la segunda etapa de su gobierno, centrada en la reducción del gasto público y la modernización del Estado.

Nuevo equilibrio político y diplomático

Con la salida de Werthein, la Cancillería quedará transitoriamente bajo la conducción interina de un funcionario de carrera diplomática hasta que se designe un nuevo titular. Voceros oficiales indicaron que el reemplazante será anunciado en los próximos días y que se priorizará un perfil técnico, con experiencia en relaciones internacionales y gestión comercial.

La doble movida —en Cancillería y con eventuales ajustes en Justicia— refleja un momento de reacomodamiento político del Gobierno, que busca cerrar filas y proyectar una imagen de orden interno antes de la presentación del Presupuesto 2026 y las próximas negociaciones con gobernadores y bloques legislativos aliados.

Desde el entorno presidencial afirmaron que los cambios “responden a una dinámica normal de gestión” y que “no afectan la estabilidad del gabinete”. No obstante, en el ámbito político y empresarial se interpreta el movimiento como un intento de reforzar la conducción presidencial y ajustar el equilibrio entre las áreas con mayor peso institucional.

Con estos movimientos, el Gobierno busca relanzar su agenda política con un gabinete más cohesionado, en medio de un escenario económico aún desafiante y con tensiones internas que anticipan nuevas definiciones en las próximas semanas.