La selección australiana gano por la mínima diferencia gracias al gol de Mitchell Duke y se ilusiona con la clasificación a octavos de la Copa del Mundo
A la selección tunecina, después de su impresionante actuación defensiva ante Dinamarca, la sorprendió un solitario cabezazo de Duke, futbolista del Okayama japonés. Un tanto suficiente para que los australianos controlaran el marcador y expusieran la debilidad de una Túnez que, con su goleador Wahbi Khazri tocado, sufre mucho para ver puerta.
Australia, que venía de encajar un 4-1 en el que, aun así, no dejó mala imagen, se recuperó gracias a un detalle de brillantez de Duke, que llevaba sin ver puerta desde hace dos meses.
Australia, que nunca se ha caracterizado por su poderío en defensa, salvó los muebles primero gracias a un bloqueo de Souttar a disparo de Mohamed Drager a bocajarro y más tarde cuando Youssef Msakni desperdició una gran combinación por banda. La pelota llegó rasa y blanda al primer palo y Msakni la empaló lejos del palo izquierdo de Matt Ryan.
Australia, segunda ya con tres puntos del Grupo D, mirará de reojo al duelo entre franceses y daneses, deseando un resultado favorable a los franceses que les acerque aún más a pasar a octavos a través del segundo puesto.